Desde pequeña la maternidad siempre me ha fascinado y siempre había tenido claro que era una experiencia que quería vivir en primera persona. El camino pero no fue el esperado ... sufrí dos pérdidas gestacionales de primer trimestre y dos años de infertilidad; después llegó mi hijo (y más adelante dos más) y se me removieron y reubicaron un montón de cosas, emociones, pensamientos, creencias ... que me llevaron a formarme en el campo de la psicología perinatal donde descubrí mi vocación.
Trabajo como psicóloga acompañando a mujeres desde la concepción hasta los primeros dos años de vida del bebé; también en casos de infertilidad, muerte perinatal y problemas de adaptación dentro de la pareja.
Acompañar mujeres y familias en el camino de la maternidad (en los buenos momentos y en los más difíciles) es simplemente un regalo.
La maternidad siempre ha estado muy presente en mi vida. La infertilidad formó parte de ella durante casi diez años. Tuve que despedirme de mi primer hijo a los diecisiete días de nacer, y parí por cesárea dos años después a mi pequeño que me llena de luz los días.
La muerte y la vida, mi útero, mis lactancias y posparto llenaron la caja de las motivaciones para formarme para acompañar a otras mujeres que puedan vivir situaciones parecidas a las que viví yo. Por eso soy Doula (especializada en duelo gestacional y neonatal), asesora de lactancia, educadora de portabebés y actualmente estudiante del grado de psicología en la UOC.
Las madres son mi pasión y mi motivación para trabajar.
Los bebés (los que se van y los que se quedan) son el motor.